11/8/11

CAPITALISMO EN TRES EJEMPLOS

Refería Anselm Jappè dos ejemplos que escenificaban muy acertadamente el callejón sin salida en el que parece encontrarse el capitalismo: el de aquel obrero que debía trabajar todo el día para pagarse la cocaína que, a su vez, debía consumir para trabajar tanto, y el de esos campesinos haitianos que, clausuradas las importaciones de arroz en Estados Unidos, no comprendían por qué el mismo trabajo que un día les proporcionaba dinero, al día siguiente no valía nada. Trabajo abstracto y valor de cambio... y, ya se sabe, para que toda esta circularidad autorreferenciada siga viva (y agonizante), debe innovarse, debe reinventarse vertiginosamente la mercancía y blablabla… persiguiendo lo grotesco... nada por donde no hayan pasado ya los Simpsons, el tercer ejemplo anunciado:


9/8/11

DEMOCRACIA REAL INGLESA

Sucede en Londres que saquean comercios e incendian coches. Sucede por toda Inglaterra que un público nebuloso de desfavorecidos, parados, negros, jóvenes y macarras interrumpe la recursividad del negocio. Sucede un desprecio por todo ese valor que nos susurra sus virtudes tras cuadriformes vigilantes de seguridad. Sucede un evento en el que no hay mediación representativa, no hay dramaturgia guionizada; un acontecimiento en el que los parados, negros, jóvenes y macarras están luchando por su pescuezo, sin atender a modelos procedimentales que canalicen sus ganas por sobrevivir. De tanta tradición democrática, se saben más desterrados que ciudadanos. Carne de cañón... o cañones en busca de carne. Al menos, eso sí, mientras no exijan más democracia, el primer ministro seguirá sin vacaciones y la reina palpándose el cuello. Todo un ejercicio de democracia real.